Fue cuestión de segundos, horas, años o no lo sé, el tiempo es bastante confuso e incierto, pero siento que avanza evidentemente y cambia mi morfología.
Ya las cosas que hacía
antes no es posible hacerlas, me indigna que los días sean diferentes,
antes veía pasar el mundo y no sabía que tenía que protegerme, no veía el
porqué de hacerlo, ellos lo hacían por mí, siempre ahí detrás de mi queriéndome
hacer feliz y mostrándome el camino más divertido y seguro. Despertaba y me
hacia feliz la idea de que a cada mañana encontraría una nueva aventura de
juegos, sonrisas, leche y chocolate.
Fue entonces en uno de
esos malos sueños donde conocí, un mundo donde todo pasa a mil, un mal sueño
donde monstruos me persiguen y quieren destruirme, te traicionan y se
traicionan a sí mismos, no les gusta su cuerpo y le encanta señalar por
eso a sus semejantes, lo más atemorizante de estas criaturas es que visten
como tú, se ven igual que tú, te hablan y hasta dicen ser tus amigos, en teoría
son iguales a ti, pero debes pedirle permiso apara poder ser feliz, para poder
soñar y actuar libremente, aquí en este extraño lugar todo es tétrico
y calculado, debes llegar a tiempo, todo es escaso y hay pocos dulces y
colores. En este lugar la premisa es la traición y la monotonía,
Aquí soñar cuesta, tus ilusiones son la razón para reír de los demás, el
amor es ciencia ficción y luego de un tiempo no está permitido jugar,
luego que eres grande debes someterte a las absurdas tendencias de
conveniencias y disfraces, pero no los divertidos disfraces como los de donde
yo vengo, no, disfraces nada entretenidos, son falsos roles que te lastiman y
te hacen doler en el corazón.
Aquí todo tiene
precio y debes pensar antes de decir o hacer lo que te dice el corazón solo
para poder sobrevivir, un lugar donde las personas no les gusta el
lugar donde nacieron, al contrario quieren transfórmalo todo y matar, les
encanta asesinar cualquier cosa que no se parezca a ellos, porque dicen ser
superiores, quieren desplazarlos, quitarlos del mapa y destruir su casa
para que nunca regresen, los muy tontos no se dan cuenta que llegaron antes que
nosotros, que nos dieron las condiciones para que viviéramos, que es absurdo
pensar que no los volverán a necesitar y que viviéremos tanto como ellos,
están equivocados no se dan cuenta que nuestra vida depende de ellos y
que le debemos muchas cosas a los animales y todos los seres de la naturaleza.
De donde yo vengo las
cosas son mucho más sencillas y sobre todo divertidas, allá todos somos amigos,
no nos importa cómo nos vemos y razones tan simples como un color fuerte, un
dulce sabor o un suave sonido nos alegra todo el día, compartimos nuestras
cosas, de hecho nos encanta intercambiarlas y sentir lo de los demás,
compartir! Dormimos muy temprano y abrazamos a nuestros juguetes a tal punto de
quererlos como si estuvieran vivos, les damos amor como a nuestros amigos, no
conocemos el prejuicio y no sentimos vergüenza, somos libres!
Afortunadamente
despertaré de esta pesadilla y podré volver a ser libre como cuando nací, ser
grande no es para mí.
Frinny M. Torres.
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